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Respuesta de Juan Gelman 
al presidente Sanguinetti
 

El pasado 27 de febrero, el Departamento de Estado de EEUU censuró al gobierno encabezado por el doctor Sanguinetti. "El gobierno -señaló- continúa sin obedecer una norma de 1992 de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, reafirmada en octubre de 1997, que concluye que la Ley de Amnistía de 1986 (la llamada Ley de Caducidad) era incompatible con la Convención Americana de Derechos Humanos y que recomienda investigar las desapariciones y compensar a las familias de las víctimas. Aunque la Ley de Aministía obliga a investigar el caso de los detenidos-desaparecidos, las tres administraciones desde el retorno de la democracia se han rehusado a abrir investigaciones oficiales. La única excepción fue una consulta no pública conducida por un fiscal militar que no reveló nada. En la entrevista que acordó a radio 'El Espectador' el mismo día, el señor Presidente declaró que la Ley de Caducidad 'fue una sabia ley, benefactora, que históricamente es reconocida desde ya en todo el mundo como un paso clave, que ha sido una contribución fundamental a la paz del país'. ¿Por qué critica el Departamento de Estado? ¿Por cuarta vez consecutiva? ¿Tendrá un pasado comunista, montonero y maoísta? Porque el doctor Julio María Sanguinetti es 'un luchador de la democracia', dijo de él mismo en la entrevista.

El hoy senador Eleuterio Fernández Huidobro recordó no hace mucho en LA REPUBLICA que 'nuestro actual Presidente fue denunciado nada menos que por el principal líder del Partido Demócrata Cristiano del Uruguay, el hoy fallecido Juan Pablo Terra, y todo eso fue publicado como íntimamente vinculado a la acción criminal (desapariciones, asesinatos, atentados, torturas, etcétera) del Escuadrón de la Muerte que, entre otras atrocidades, había perpetrado antes de 1973, la desaparición forzada de los jóvenes antes citados (Abel Ayala y Héctor Castagnetto) y los asesinatos de Ibero Gutiérrez y Ramos Filipini (dos trágicos comienzos de lo que fuera una larga serie en el Río de la Plata). Interpelado Sanguinetti por Terra, en ese entonces, se comprometió a suavizar la acción de dichos Escuadrones. Increíblemente cumplió por unas semanas la promesa, corroborando que estaba en condiciones de ordenarlo. Terra lo denunció y su grito sigue clamando'. 

¿El fallecido líder democristiano no tendría acaso antecedentes comunistas, montoneros y maoístas? Porque el señor presidente, doctor Julio María Sanguinetti, es un luchador de la democracia.
En la entrevista mencionada, el señor Presidente dijo que yo sostuve 'fervorosamente, de modo rotundo y absoluto, en abril del año pasado, que su nuera embarazada había desaparecido en Buenos Aires, y acusó al general Cabanillas de ser el responsable de ese hecho. Un mes después dio otra versión y dijo que en realidad había ocurrido en Uruguay'. En efecto, en una carta abierta al teniente general Martín Balza -y también mucho antes- afirmé que mi hijo y mi nuera embarazada habían sido secuestrados en Buenos Aires el 24 de agosto de 1976 y fueron llevados al centro clandestino de detención 'Automotores Orletti', y probé que la responsabilidad mediata de ese hecho recaía en el entonces capitán Cabanillas, segundo jefe de la cadena militar de mandos de Orletti, así como en todo el personal que operaba en dicho centro. También les cabe responsabilidad por los hechos subsiguientes: la entrega de mi nuera embarazada a los efectivos de las fuerzas de seguridad uruguayas que operaban en Orletti, que la trasladaron clandestinamente a Montevideo y la internaron en el local del SID de Bulevar Artigas y Palmar, que la llevaron al Hospital Militar de Montevideo para el parto y que a fines de diciembre de 1976 la retiraron de ese local con su bebé en un canasto y rumbo desconocido. Y no hay dos versiones diferentes: se trata de la misma persona, mi nuera, desaparecida dos veces, una en Buenos Aires, posteriormente en Montevideo, con el agregado en el último caso de un bebé. 

Tal vez el señor Presidente no recuerda el memorándum que le elevé a solicitud del doctor Elías Bluth en el que todo eso se relata, y del que dijo que 'no sobraba ni faltaba una palabra¡, según el doctor Bluth. Tal vez reverbera en esa afirmación del señor Presidente, y en otra aún más confusa en la misma entrevista, la especie difundida por el diario 'El Observador¡ acerca de que di dos versiones diferentes acerca del lugar de nacimiento de mi nieta o nieto: el 4 de abril habría dicho Orletti en la carta al general Balza, el 7 de mayo en el Hospital Militar de Montevideo en la entrevista con el doctor Bluth. Dejando a un lado el hecho obvio de que un mes después se puede saber más que un mes antes, supongo que los asesores del señor Presidente no leyeron bien la carta abierta que le dirigí al general Balza, entonces jefe del Ejército argentino. En ninguna parte de esa carta, ni en ninguna otra parte, dije que mi nieta o nieto había desaparecido en Buenos Aires. En cambio, al pie de una "Carta abierta a mi nieta o nieto" que el semanario "Brecha" publicó, se puede leer la siguiente posdata: "Automotores Orletti, como es notorio ya, fue centro de la Operación Cóndor en la Argentina. Allí hubo un tráfico de embarazadas y de niños secuestrados entre las fuerzas de seguridad de las dictaduras militares del Cono Sur. Allí operaron represores uruguayos. Mi nieta o nieto ¿nació en algún centro clandestino de detención del Uruguay?". La carta y la postdata se publicaron en Uruguay el 5 de diciembre de 1998. ¿Será posible que los asesores del señor Presidente lo hayan inducido a error? ¿Habrá entre ellos alguno con antecedentes comunistas, montoneros y maoístas? Porque el doctor Julio María Sanguinetti es un luchador de la democracia.

Las referencias del señor Presidente a mis antecedentes políticos me recuerdan al tero, ave previsora que para defender a su progenie pone el huevo en un lado y grita en otro. El grito, en este caso, ya se sabe. En el huevo se apelmazan los humores del ocultamiento de dos crímenes aberrantes: la desaparición de mi nuera, probablemente ejecutada -¿por militares uruguayos?- en el Uruguay para arracarle su bebé; la entrega a manos extrañas a mi familia del bebé nacido en cautiverio, a quien además de la madre se le arrebató la filiación. ¿Ese bebé habrá nacido con antecedentes comunistas, montoneros y maoístas? Porque el señor Presidente es un luchador de la democracia.

A riesgo de fatigar al lector, no debo pasar por alto las inconsistencias manifiestas de las eventuales investigaciones sucesivas ordenadas por el señor Presidente -"discreta', dice en su respuesta a mi primera carta abierta, 'minuciosa', en carta al Premio Nobel Günter Grass fechada dos meses después- destinadas a revisar los antecedentes judiciales y de la Comisión Investigadora del Parlamento acerca del caso. 

Aunque la presencia de una embarazada cautiva en el SID figura en actas de la Comisión (No. 4 de 9-5-85, No. 22 de 14-8-85), en expedientes del Juzgado de 2º. Turno a cargo del doctor Arriague Saccone, así como en reiteradas declaraciones de ciudadanas y ciudadanos uruguayos trasladados clandestinamente de Orletti al local del SID, los averiguadores del doctor Julio María Sanguinetti no encontraron elementos que sustentaran mi denuncia. Es verdad que el señor Presidente ha declarado repetidas veces que en Uruguay nunca se produjo el nacimiento de un niño en cautiverio. Y el señor Presidente es un luchador de la democracia.
 

Juan Gelman

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Publicado en La República (28.02.00)
 


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